En estos momentos de bloqueo, en los que se duda de qué dirección tomar, la respuesta está siempre clara en el interior de cada uno.
Es necesario tomar distancia respecto a la situación para poder alejarse de las presiones u opiniones ajenas, conectar con uno mismo, con los propios valores y objetivos, para que lo que realmente se quiere salga al exterior, y poder establecer un plan de actuación que permita su consecución.
Se trata de ser consciente de donde se está y de adonde se quiere llegar, aunque ello suponga salir de la zona de confort, romper con hábitos, y enfrentarse a los temores.
Porque el miedo sabotea la mente, impide mantener la claridad, y debilita la valoración personal.
Escuchar a la intuición, reintentar lo que se desea sabiendo que el fracaso es la antesala para el triunfo, confiar en los propios recursos, y tomar conciencia de que hoy es el futuro de ayer y el pasado de mañana, facilita el cerrar los ojos y ver hacia el interior para encontrar el camino.
Porque si no se sabe a donde se va, puede acabarse donde no se quiere.
Feliz día.
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