El romanticismo

Pensaba hoy en el romanticismo, ese movimiento cultural y político de finales del siglo XVIII, basado en la exaltación de los sentimientos, del subjetivismo, frente al racionalismo de la ilustración.

El amor romántico a diferencia del amor platónico, que se centra en lo espiritual y está despojado totalmente de elementos carnales, consiste en una combinación de deseo sexual, y de un afecto al que se prioriza.

Se trata de un tipo de amor caracterizado por ser un sentimiento eterno, exclusivo, e incondicional.

Un amor que se idealiza, y que embarga plenamente en todas sus manifestaciones, gozosas o de sufrimiento, con independencia de que sea o no correspondido.

Un amor que implica intensidad, exaltación, búsqueda de profundidad, compromiso, dedicación, cuidado, y demostración del afecto.

Y si bien no es decisión personal sentir de esa forma el amor, sí lo es adoptar algunas de sus manifestaciones, es decir, realizar actos románticos.

Estos detalles, tal y como han corroborado numerosos estudios, permiten mantener durante años, el enamoramiento propio de los primeros meses de relación, sin caer en la convivencia monotona.

Y no obstante, en la sociedad actual, las actitudes propias del romanticismo, son rechazadas o consideradas ridículas, lo que dificulta su manifestación.

Esto es debido, al aumento de las relaciones fugaces; a la identificación entre los términos romántico y cursi; y a la creencia de que el amor romántico, es contrario a la independencia personal.

Porque en un marco de relaciones superficiales y carentes de compromiso,  el verdadero sentimiento no puede subsistir, ni puede tener lugar el romanticismo.

Porque no debe confundirse el romanticismo con la cursilería, esa pretensión vana de mostrar refinamiento expresivo, o sentimientos elevados, mediante manifestaciones ridículas y de mal gusto, cuyo objetivo es simplemente, provocar una reacción emotiva.

Y porque la forma de sentir intensamente el amor, no tiene porque comportar dependencia, sino que por el contrario, indica la toma en consideración del sentimiento humano más noble, así como del vínculo establecido con la pareja, y eso requiere madurez y valoración personal.

Porque el amor romántico supone, no sólo sentir amor, sino exprimirlo, vivirlo en toda su intensidad.

Feliz día.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Contador de visitas