La valentía

Pensaba hoy en la valentía, y en los distintos ámbitos o formas en que se pone de manifiesto.

La valentía supone vencer los temores y las dudas, y actuar con firmeza y decisión, en la ejecución de una acción. 

Implica por tanto, temer aquellas cosas o situaciones que son temibles, y soportar y superar, lo que debe ser soportado y superado.

Así de una parte, la valentía no está ausente de miedo, y es precisamente el tomar en consideración los riesgos y ponderarlos, el ejercitar la prudencia, lo que la distingue de la temeridad.

Porque la temeridad no es más que un actuar imprudente, irresponsable, e innecesario.

Por otro lado, actuar a pesar del miedo, confiando en uno mismo, es lo que la distingue de la cobardía, caracterizada por la incapacidad para superar el temor.

Porque la valentía, está indisolublemente unida a la confianza en los propios recursos , y en la consecución del objetivo propuesto.

Y es valentía intentar sin temer al fracaso, considerándolo en su caso, como una oportunidad para el aprendizaje.

Y es valentía fijarse un objetivo claro, dando los pasos necesarios para conseguirlo, haciendo frente al desaliento.

Y es valentía defender y luchar por lo que se considera correcto, manteniendo la coherencia entre pensamiento y acción, y la coherencia interna.

Y es también valentía afrontar las consecuencias de los propios actos, reconocer los errores, y asumir las propias decisiones.

Porque la diferencia entre ser un cobarde, y ser un valiente, es simplemente la posibilidad de lograr algo. 

Feliz día.

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