No a conformarse, sí a merecer

Pensaba hoy en que una de las cosas en las que no cabe el conformismo es en el amor.

Y es que existe una tendencia a conformarse con relaciones que no responden a las expectativas o deseos, bien sea por desconocimiento del propio valor; o por el temor a no encontrar pareja; o por el miedo a la soledad; o por la creencia de que no exista lo que se quiere; o incluso por no abandonar aquello en lo que se ha invertido tiempo y dedicación.

Pero mantenerse en esta situación lleva o bien a la tristeza, el engaño y la frustración, o al enganche o dependencia, si se tiene miedo a no ser elegido por nadie más.

Por eso es importante tener presente lo que se merece, que no es más que lo que se desea, tanto en el amor, como en la construcción de una pareja.

Porque eso es lo que se proyecta, y aceptar menos es cerrarse a la posibilidad de recibir más.

Y es que toda persona merece ser amada por alguien que le recuerde diariamente su importancia, que la extrañe, que sepa perdonar en lugar de querer tener siempre la razón, que genere confianza, que no siembre inseguridad, que no imponga ni su egoísmo ni su orgullo, que haga evidentes sus sentimientos...

Pero con el amor no basta, y es igualmente importante, para poder construir una pareja, tener un proyecto común coincidente, fruto de la reformulación de los proyectos individuales.

Porque la sola existencia del amor, no legitima la anulación de un proyecto vital personal, no justifica la mutilación de un sueño, de la consecución del cual, sólo uno mismo es responsable.

Y porque la proyección de vida es necesaria para la existencia de una pareja, y esto implica una planificación, una priorización, la elaboración de cronogramas, la fijación de un rumbo consensuado.

No hay por tanto que desmerecer lo que se desea, sino que hay que recordar que la existencia es única, y que es responsabilidad individual la forma en que esta se desarrolle.

El temor, los intentos fallidos, los desengaños, no son más que obstáculos que permiten definir mejor el objetivo, que recuerdan que el motivo de la lucha es hacer realidad un sueño, y que preparan para su consecución.

Conformarse es renunciar a ese sueño. 

Recordar lo que se merece, lo que se desea, es por el contrario, apostar por un futuro feliz, apostar por uno mismo.

Feliz día.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. Como explico hay personas que llegan a olvidar lo que merecen, quizás porque no saben lo que valen, o por temor a no encontrar lo que desean.
    Límites del conformarse? Renunciar a los sueños, aceptar no sentirse como se desea, renunciar a vivir la vida como uno quiere, tener que pedir lo que por derecho corresponde, acostumbrarse a no esperar, ... En fin, creo que cuando se compara la realidad con lo deseado y no se corresponden.
    Y en estos casos considero que hay que confiar en uno mismo y no conformarse, sino seguir buscando lo que se merece.
    Porque sólo puede encontrarse la persona adecuada para compartir un proyecto vital, cuando se deja de estar con la persona erronea, y afrontar eso es el reto de muchas personas.

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