Pensaba hoy en el sufrimiento derivado de la
actitud de falta de aceptación de la vida tal y como es, y de la
pretensión de realización de los propios deseos.
Se trata de entender que lo que sucede
es parte del plan mayor de la vida, que no tiene porqué comprenderse en este
momento porque terminará por tener sentido, por revelarse, y sobre esa base
trabajar para cambiar o mejorar el futuro, con las herramientas de las que se dispone.
Porque la aceptación ayuda a asumir la
realidad tal como es.
No obstante no debe confundirse la aceptación con el conformismo o la
resignación, ya que éstas actitudes son pasivas frente a la realidad personal,
mientras que la aceptación es activa y transformadora.
Los beneficios de la aceptación son
incontables.
Cuando se deja de oponer resistencia, se deja actuar a la energía
del universo, no se interfiere, la vida fluye y el descontento desparece, para
dejar paso a la armonía con el todo.
La necesidad de control fundada en el temor, comporta resistirse a lo que Es, manteniéndo a la persona estancada en la incomprensión
y el sufrimiento, en una lucha contracorriente, que agotará sus energía y
no servirá de nada.
Es una lucha en la que se prioriza al ego, ignorando el
plan que el alma ha elegido para esta vida.
Aceptar significa comprender que este
momento es como debe ser, porque todo el universo es como debe ser, y porque las personas son trascendentes y forman un todo con él.
Cuando se lucha contra este
momento, en realidad se lucha contra todo el universo.
Es importante comprender
esto: puede desearse que las cosas sean diferentes en el futuro, pero en este
momento hay que aceptarlas como son, porque allí donde no se acepta algo, está la tarea pendiente de aprendizaje en la vida.
Feliz día.
Bonito pensamiento
ResponderEliminarGracias!
EliminarMe encanta, cuanta razón.
ResponderEliminarRealmente... Hay que aprender.
ResponderEliminarNo aceptar, significa una lucha constante con su correspondiente desgaste.. Un beso guapa..
Así es Jose, un desgaste inútil además.
Eliminar