El enamoramiento


Pensaba hoy en la base biológica de la personalidad, y su papel en el enamoramiento.

Se ha constatado que según la sustancia que más se segrega, existen cuatro tipos de sistemas cerebrales, que estarían ligados a personalidades distintas, y relacionados con el enamoramiento.

Así las personas que producen mucha dopamina, tienen una personalidad exploradora, curiosa, energética...

Las que producen mucha serotonina, tienen una personalidad constructora, convencional, meticulosa...

Las que producen mucha testosterona, tienen una personalidad lógica, con gran decisión, matemática...

Y las que producen muchos estrógenos u oxitocina, tienen una personalidad negociadora, imaginativa, compasiva...

Se ha observado también que las personas que producen mucha dopamina o serotonina, tienden a enamorarse de alguien similar, mientras que aquellas en que predomina la testosterona, tienden a sentirse atraídas por quienes expresan mayores niveles de estrógenos y viceversa.

De manera que tan cierto sería que el enamoramiento tiene lugar entre personas que se parecen, como que los extremos se atraen.

Desde este enfoque biológico existe una predisposición, genética e inconsciente, hacia la atracción por determinadas personas, probablemente con una finalidad de perpetuación de la especie.

Paralelamente se ha demostrado también, que el complejo mayor de histocompatibilidad, que es una familia de genes, cuyos productos están implicados en la diferenciación de lo propio y lo ajeno en el sistema inmunitario, es decir, en el combate contra las enfermedades, influye también en el proceso inconsciente de selección de la pareja.

Y es que la evidencia muestra que las parejas, tienden a tener complejos de histocompatibilidad muy diferentes, aumentando de esta forma la capacidad inmunitaria de su prole.

En la detección de dicho complejo son determinantes tanto el olor, las feromonas, como la piel, que es el órgano inmunológico más extendido.

Iniciado de esta forma el proceso, se produce inmediatamente una secreción de dopamina en el sistema nervioso central, que activa el circuito de la recompensa, alterando los niveles de serotonina y dando paso al enamoramiento.

Ahora bien, con independencia de estos y otros estudios, que ponen de manifiesto la importancia del elemento biológico en el amor en cualquiera de sus etapas, la biología no agota la totalidad de su explicación.

Por una parte porque el amor no es solamente un mecanismo químico, sino que influyen en él aspectos como la relación interpersonal, las vivencias conjuntas que lo alimentan, etc., y que evidencian también cambios en la actividad cerebral.

Y por otra parte porque, cómo explicar que se mantenga el amor entre dos personas, pasado el enamoramiento, pasada la pasión, pasado el sexo, si no es sobre la base de la existencia de una voluntad, un compromiso, una negociación, una ilusión...

Y es que el amor tiene un aspecto inexplicable, en el que radica su grandeza, es esa fuerza universal que mueve al mundo.

Feliz día.

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