Cree el ladrón que todos son de su condición



Pensaba hoy en como el refrán “cree el ladrón que todos son de su condición”, pone de manifiesto la facilidad con que una persona piensa o sospecha que otros son o actúan como ella, en especial cuando se trata de malas acciones o actitudes.

A este aspecto se le denomina proyección.

La proyección tiene diversas manifestaciones:

Por una parte la forma en que cada persona concibe la vida, los hechos y a las otras personas, no es más que un reflejo (a veces subconsciente) de como ve su vida, sus actos y a si mismo.

Por otra, la consideración que tenga una persona sobre si misma, sus actos o sobre la vida, condiciona como ve a los demás, a los actos ajenos y a la vida ajena.

Por eso, una persona con una visión terrenal de la vida o un concepto puramente corporal del ser humano, será incapaz de considerar a los demás como seres espirituales y trascendentes.

Existe también la proyección dinámica intrapsíquica, según la cual la persona sitúa en el mundo exterior sus propios conflictos.

Así, cuando la persona no se siente bien consigo misma, tiende a ver inconvenientes en todo lo que la rodea, de forma que si por ejemplo, no confía en sí misma, postulará que no se puede confiar en los demás.

Y la proyección puede actuar también como un mecanismo inconsciente de defensa del yo, que consiste en repudiar, negar, o no ver los defectos propios y atribuirlos a los demás. Los rasgos de personalidad peor considerados no son detectados en uno mismo y son proyectados fuera para poder reaccionar frente a ellos.

Finalmente la proyección permite legitimar las propias conductas anómalas, injustas o ilegales, sobre el presupuesto de que el resto de personas también las realiza o realizaría si se encontrara en la misma situación.

Obviamente esta visión es altamente reprobable ya que no puede ampararse una conducta propia en un actuar ajeno, porque cada uno es responsable de sus propias decisiones.

En todo caso conviene reflexionar en todas aquellas ocasiones en que se prevén conductas ajenas, para ver cuanto tienen de propias.

Feliz día.