El circo de las mariposas

Pensaba hoy en el cortometraje llamado “El circo de las mariposas”.

En el, Méndez, el dueño del circo de las mariposas, realiza pequeñas funciones por el sur de California para llevar un poco de luz a la vida de los estadounidenses afectados por la Gran Depresión de 1930.

Durante uno de los viajes, el circo se detiene en un parque de atracciones y Méndez entra en el espectáculo llamado “fenómenos humanos”, en el que se muestra a un hombre con el cuerpo completamente tatuado, a una mujer barbuda etc., y cuya principal atracción es Will, un hombre sin extremidades que es exhibido sobre una silla como una burla de la naturaleza.

Méndez se le acerca y, viendo en él no su limitación física sino el potencial que esconde, le dice que es maravilloso, a lo que Will (al que han llegado a convencer de que es lo que su limitación física indica), responde escupiéndole al rostro creyendo que se burla de él.

Posteriormente, Will, al saber quien es Méndez, se escapa y se las arregla para esconderse en uno de los camiones del circo de las mariposas. Méndez le permite incorporarse al grupo pero no participar en las funciones hasta que encuentre su propio camino, hasta que crea en sus posibilidades.

Will conoce al resto de los artistas y descubre que todos han tenido una historia triste detrás y que Méndez les ha permitido tener una segunda oportunidad en la vida, simplemente creyendo en ellos. Así la trapecista era una prostituta que se había visto obligada a dejar su trabajo por un embarazo, el hombre forzudo era un matón, e igual el resto de los artistas.

Un día, en que todo el equipo se encuentra bañándose en un lago, Will pide ayuda a Méndez para atravesar el camino que lleva hasta sus compañeros, ya que para llegar tiene que desplazarse sobre el tronco caído de un árbol situado sobre el lago, y a lo que Méndez responde negándole la ayuda por considerar que Will es capaz de hacerlo solo. Will lo intenta, cae, se derrumba y decide intentar levantarse. Lo consigue pero cae al agua y se hunde. Los compañeros al ver la escena acuden en su ayuda y cuando lo dan por perdido Will saca la cabeza del agua y grita “puedo nadar”.

Will evidencia entonces que su discapacidad no es un obstáculo sino que puede verla también como una oportunidad, y le propone a Méndez la realización de un número en la función. Dicho número consiste en subir a un poste muy alto desde el cual se tira para sumergirse en un pequeño tanque de agua. El número resulta un éxito y no por el aspecto extraño de Will sino por lo que es capaz de hacer.

Esta historia muestra como las propias creencias acerca de nuestras capacidades determinan que actuemos o no y que por tanto consigamos o no los objetivos que perseguimos. Es decir, los resultados no ocurren por como son las cosas sino por como nosotros percibimos que son para nosotros.

Porque ante un desafío o reto nuevo, el cerebro analiza primero la situación determinando la importancia o gravedad que esa situación tiene para cada uno, y seguidamente procede a evaluar la propia capacidad para hacer frente con éxito a dicho reto. Y esa evaluación depende de la creencia que cada uno tenga sobre sus capacidades.

Y si se está convencido de la posibilidad de llevarlo a cabo, se producirá la actuación y se alcanzará el objetivo. Por el contrario, si se duda de las propias capacidades, la misma situación será vista con los ojos del miedo y provocará una inactividad, y por ende, una falta de consecución de las propias metas.

Por eso se trata de creer en uno mismo, en los propios recursos y sustituir la visión de la negatividad por la visión de las posibilidades, la de los problemas por la de las oportunidades disfrazadas.

Porque si se cree en uno mismo no habrá nada que esté fuera de las posibilidades.

Porque se puede tener éxito aun cuando nadie crea en uno, pero nunca se tendrá si uno no cree en si mismo.

De ahí que la frase “cuando cambiamos nuestra manera de mirar las cosas, las cosas que miramos cambian”, no sea un juego capcioso de palabras sino un principio tremendamente poderoso.

Feliz día.