Las investigaciones nerurobiológicas han revelado que la moral, es una aptitud comparable al lenguaje, y de ahí que aunque la educación la puede estimular, forma parte del sistema operativo básico del cerebro.
Eso explica por una parte, el hecho de que ante una cuestión moral, se emita el mismo juicio por parte de personas con distintas educaciones.
Y por otra parte, que del mismo modo que algunas lesiones neurológicas pueden afectar a la capacidad del lenguaje, otras pueden afectar a las opiniones sobre qué es ético y qué no lo es.
Las zonas del cerebro donde reside el denominado "cerebro moral", son la llamada unión temporoparietal derecha y el llamado córtex prefrontal ventromedial, porción de la corteza que queda detrás de la frente.
En esas áreas es donde está la capacidad del hombre de tener moral, valores éticos, pensar antes de actuar, controlar impulsos y agresividad, tener responsabilidad hacia uno mismo y hacia los demás, tener capacidad para sentir emociones en vez de frialdad emocional, etc.
Dicho cerebro moral es también conocido con el nombre de "lóbulo cerebral de la civilización», debido al descubrimiento de que los seres humanos se diferencian de los chimpancés, entre otras cosas, por tener 18 milímetros más de lóbulo frontal.
En este sentido por ejemplo, la cocaína es una de las más peligrosas sustancias-psico-neuro-bio-toxicas, ya que al margen de contener ácido sulfúrico y amoníaco, daña en forma progresiva el mencionado "lóbulo cerebral de la civilización", provocando un embrutecimiento del consumidor denominado "proceso de neandertalización".
Por tanto y dado que la moralidad es innata al cerebro humano, y que además puede fomentarse, conviene invertir en ella mediante educación, siquiera sea para huir de ese proceso de neandertalización.
Feliz día.
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