La paradoja de la libertad



Pensaba hoy en la libertad, entendida como la facultad natural de toda persona de obrar de una manera u otra, o de no obrar, siendo en todo caso responsable de sus actos u omisiones.

La libertad no es un concepto absoluto, sino que tiene unos límites naturales, impuestos por la naturaleza de las leyes físicas, por el propio pasado al que no puede renunciarse, y unos límites artificiales que son aquellos derivados de la convivencia.

Y ahí reside la paradoja de la libertad, en el hecho de que su inicio se encuentra en el autocontrol, de manera que no todo límite es un impedimento, sino que aquellos que evitan excesos, aumentan la libertad.

El autocontrol no es más que el dominio de las propias emociones, comportamientos y deseos, y por ello una persona carente de autocontrol, actuará por impulsos, pensamientos y sentimientos falsos e incluso puede que contrarios a su voluntad.

Porque la verdadera libertad es la de seguir a la propia conciencia y mantener la integridad personal. 

Esto es la libertad de voluntad, que aunque puede involucrar luchas y necesitar de mucha valentía, desemboca en un sentido de liberación y cumplimiento.

Y no puede confundirse la libertad con el libertinaje o forma de actuar absolutamente egocéntrica, y sin consideración a los demás, ya se trate de un libertinaje cognoscitivo donde la verdad se sustituye por la propia opinión, o de un libertinaje ético, en el que la vida ética se desliga de toda objetividad delegándose a una decisión subjetiva.

Porque en ambos casos el uso de la libertad para mantener actitudes liberadas inadecuadas, conducirá a medio plazo a una sensación de pérdida de la pretendida libertad, precisamente por ultrapasarse los límites de la moral.

Y es que todo actuar tiene sus consecuencias, y libertad y responsabilidad son dos caras de la misma moneda.

Y por ello a mayor libertad mayor responsabilidad y viceversa, existiendo una libertad implícita en la asunción de la responsabilidad de las propias elecciones, tanto en relación a como se actúa, como en relación a como se es.

Porque la esencia de la libertad no sólo es poder elegir, sino también, la habilidad de elegir bien y elegir lo correcto.

Feliz día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Contador de visitas